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¡Oh! cantádmelas otra vez Bellas palabras de vida; Hallo en ellas mi gozo y luz, Bellas palabras de vida. Sí, de luz y vida; Son sostén y guía. ¡Qué bellas son! ¡Qué bellas son Esas palabras de vida!
Jesucristo a todos da ¡Bellas palabras de vida! Oye su dulce voz, pecador, ¡Bellas palabras de vida! Bondadoso te salva, Y al cielo te llama. ¡Qué bellas son! ¡Qué bellas son Esas palabras de vida!
Grato el cántico sonará De esas palabras de vida; Tus pecados perdonará; ¡Bellas palabras de vida! Sí, de luz y vida; Son sostén y guía. ¡Qué bellas son! ¡Qué bellas son Esas palabras de vida! |
Cuando tenía 10 años, caminando por una pequeña ciudad de Pensilvania, escuchó un sonido que nunca antes había llegado a sus oídos: era el sonido de un piano. Sin cortarse, entró en la casa. La mujer que tocaba se detuvo; pero Phillip le dijo: «Por favor, toque un poco más». La mujer, lejos de sentirse halagada, ordenó al muchacho que saliera de su casa, sin comprender lo que significaba aquello para el niño. Phillip llegaría a ser un gran compositor.
Un día todos los salvados por Cristo seremos impresionados al escuchar y participar de algo nunca visto: el coro de los redimidos.
Otros himnos del mismo autor,
con más información:
"¡Camaradas! en los cielos"
"Gozo
la Santa Palabra leer"
"La merced de nuestro Padre"
"Levantado fue Jesús"
"¿Te sientes casi resuelto ya?"
"Yo cantaré de mi
Jesucristo"
Compuso la música de:
"De
paz inundada"
"Mi vida di por ti"
"Muy cercano está el día"