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Levantado fue Jesús En la vergonzosa cruz, Para darme la salud, ¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
Yo, culpable pecador; Él, el justo Salvador, Dio su vida en mi favor. ¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
Por mis culpas yo me vi En peligro de morir: Mas Jesús murió por mí, ¡Aleluya! ¡Gloria a Cristo!
El rescate a Dios pagó, "Consumado es", declaró; Dios por eso me aceptó. ¡Aleluya! ¡gloria a Cristo! |
Cuando Woody y Sankey estaban en París, teniendo reuniones en la vieja iglesia, que, a principios del siglo, Napoleón había puesto a disposición de los Evangélicos, el Sr. Sankey cantaba con frecuencia este himno como un solo, pidiendo a su congregación francesa que se uniera en la frase: "¡Aleluya! ¡Qué Salvador!", lo cual hacían con un entusiasmo notable. Aunque parezca singular, la palabra "Aleluya" es la misma en casi toda lengua, por todo el mundo.
El himno fue escrito por P. P. Bliss, en 1876, en una reunión evangelística en Farwell Hall, chicago, dirigida por Henry Moorhouse, un evangelista notable. Entre los primeros escritores del "Sacred Songs ans Solos" de Sankey, Bliss tiene un lugar prominente. Era tanto poeta como músico, prácticamente a todos sus himnos les puso la música él mismo. Fueran rápidamente muy populares, y la llegada de la grn misión de Moody y Sankey llevó las dulces canciones de continente a continente, poniéndolas en el corazón y en el hogar.
Fue un escritor prolífico. Para él escribir himnos era un fluir espontáneo de las emociones y melodía que llenaban su alma. Sus himnos respiran un espíritu de devoción. A menudo iría a su esposa con el tema de un himno, con su rostro resplandeciente y sus ojos humedecidos, y pediría sus oraciones para que Dios bendijera el himno.
Otros himnos del mismo autor,
con más información:
"¡Camaradas! en los cielos"
"Gozo
la Santa Palabra leer"
"La merced de nuestro Padre"
"¡Oh! cantádmelas otra vez"
"¿Te sientes casi resuelto ya?"
"Yo cantaré de mi
Jesucristo"
Compuso la música de:
"De
paz inundada"
"Mi vida di por ti"
"Muy cercano está el día"