Grato es decir la historia Del celestial favor, De Cristo y de su gloria, De Cristo y de su amor. Me agrada repetirla, Pues sé que es la verdad. Y nada satisface Cual ella mi ansiedad.
¡Qué bella es esa historia! Mi tema allá en la gloria Será la antigua historia De Cristo y de su amor.
Grato es decir la historia Más útil al mortal, Que en glorias y portentos No reconoce igual. Me agrada referirla, Pues me hizo mucho bien: Por esa a ti deseo Decírtela también.
Grato es decir la historia Que, antigua sin vejez, Parece al repetirla Más dulce cada vez. Me agrada referirla, Pues hay quien nunca oyó Que para hacerle salvo El buen Pastor murió.
Grato es decir la historia: El que la sabe ya, Parece que de oírla Sediento aún está. Y cuando el nuevo canto En gloria cantaré Será la antigua historia Que en vida tanto amé. |
Historia de la autora en: "Dime la antigua historia"
Este himno surgió en
1866, cuando enfermó de gravedad. En su lecho, pensaba en aquellas
mujeres a las que había contado la historia de la salvación, y ahora
deseaba ser consolada escuchando aquella antigua historia en boca de
alguna visita. Entonces escribió la poesía que más tarde vendría a ser
un himno.