¡OH, DIOS ETERNO, TU MISERICORDIA!

Oh, Dios eterno, tu misericordia
Ni una sombra de duda tendrá;
Tu compasión y bondad nunca fallan,
Y por los siglos el mismo serás.
 
       Oh tu fidelidad, oh tu fidelidad,
       Cada momento la veo en mí;
       Nada me falta, pues todo provees;
       Grande, Señor, es tu fidelidad.
 
La noche oscura, el sol y la luna,
Las estaciones del año también,
Unen su canto cual fieles criaturas,
Porque eres bueno; por siempre eres fiel.
 
Tú me perdonas me impartes el gozo;
Tierno me guías por sendas de paz.
Eres mi fuerza, mi fe, mi reposo,
Y por los siglos mi Padre serás.
Sonido: (((·)))

THOMAS CHISHOLM (1866-1960)

Basado en Lamentaciones 3:22,23.

Durante toda su vida sufrió enfermedades y reveses, y a pesar de ello escribió: "Grande es tu fidelidad", asegurando que incluso en épocas de temor, pérdida trágica o intenso sufrimiento, podemos encontrar consuelo y confianza en la fidelidad de Dios.