/// He decidido seguir a Cristo; ///
/// Atrás el mundo, la cruz delante; /// |
Basado en las palabras
de un hombre de Assam, al nor-este de India, que junto con su familia
se convirtieron a Cristo, a mediados del s. XIX, gracias a la labor de
un misionero Galés.
El hombre fue llamado,
por el jefe de la tribu a la que pertenecía, a renunciar a su fe, pero
el creyente, a pesar de las amenazas sobre su familia, respondió: "he
decidido seguir a Cristo". El jefe ordenó a los arqueros que mataran a
sus dos hijos; luego le preguntó si negaría su fe o ahora perdería a su
esposa también. El hombre continuó cantando:"aunque ninguno se una a mí, igualmente seguiré".
El jefe ordenó que su esposa fuera asaeteada. Entonces, le preguntó por
última vez: Te daré una oportunidad más para negar tu fe y conservar la
vida. El creyente cantó de nuevo: "La Cruz delante, atrás el mundo",
mientras era ejecutado. Su fe causó tal impacto que el jefe del pueblo
y muchos otros también se convirtieron.
La transformación de
esas palabras en un himno se atribuye al misionero de la India Sadhu
Sundar Singh. La melodía también es de la India, y se titula "Assam",
que es el nombre de la región donde se originó el texto.
Varias tribus de la
zona eran famosas por ser cazadoras de cabezas. Los varones debían
lograr cuantas más mejor, siendo por ello medida su capacidad para
proteger a una esposa. Las colgaba en el muro de la casa y así tenía
más posibilidades de casarse a su conveniencia.
La canción encierra un
problema teológico para algunos, ya que pone el énfasis en la decisión
personal del creyente, en su respuesta para salvación, en lugar de la
acción salvadora de Dios que da la fe. Por ese motivo ha sido excluído
de algunos himnarios.